¿Recuerdan aquella vez que ponché dos llantas de coches diferentes en una semana? Pues ahora dejé las luces encendidas en coches diferentes dos veces en tres días y las dos veces se bajó la batería lo suficiente para necesitar que me pasaran corriente.
Cuando las ponchaduras podría justificarme de muchos modos, hay baches que no se ven de madrugada y la segunda sigo sosteniendo que no sé ni cómo pasó, de hecho sigue siendo posible echarle la culpa a mi cuñado por haberse metido a algún bache de regreso de Chapulco. Pero esta vez no puedo echarle la culpa a nadie más que a mí: Fui yo quien dejó las luces de dos coches distintos encendidas durante 9 horas dos veces en tres días; fui yo quien esta mañana cuando encendió la luz pensó ¡no la vaya a dejar encendida de nuevo, sería un desastre! Sí, fui yo quien hizo el desastre. Me merezco por lo menos el premio a la idiotez de la semana, y no digo del mes porque en mi defensa lo único que puedo argumentar es que no fueron en el mismo mes (aunque hayan sido antier y hoy)
Estoy escribiendo esto mientras espero que llegue mi papá a rescatarme, por mucho que venga en vocho un empujón no fue suficiente para arrancarlo hoy.