ora sí que estoy grave

el anuncio de sopa campbell's ha sido plenamente superado

ayer lloré con bizbirije, y lloré mucho
y lo cuento y vuelvo a llorar
ahora sí que estoy fatal
lo mío ya debe ser patológico

en realidad son divertidísimos

me encantan las historias que se construyen los alumnos,
en particular los de prepa.
hoy me enteré que soy divorciada y tengo tres hijos.

ha pasado tanto tiempo desde que tuve su edad
(otro tanto igual, más o menos)
que ya me cuesta trabajo recordar qué se siente.

siete años después de haber dado clases en prepa por primera vez
mucho tiempo enseñando sólo en licenciatura
me sigue costando fingir seriedad cuando por dentro me carcajeo.

esperanzas inconfesables

todos las tenemos
Dean (encantadoramente bautizado por López Dóriga como "el monstruo que se atrevió en agosto") sacó a relucir algunas de las mías

con suerte un día de éstos me animo y las empiezo a confesar

otra laboral

así como disfruto dar clases,
odio tener que ocuparme de los asuntos monetarios
pagos, altas, cambios de régimen, declaraciones, retenciones...

¡auxilio! no quiero ocuparme del asunto
¡lástima! necesito el dinero

¿alguien me acompaña en mi dolor?

agotamiento

Nunca dejará de sorprenderme lo realmente agotador que puede resultar el trabajo mental.

Después de dos agotadoras semanas de cuatro horas diarias de clases de lógica matemática, vuelvo al ritmo de trabajo normal del semestre.

Tres clases en licenciatura y dos grupos de la misma materia en primero de prepa.

En cuanto esté un poco más repuesta escribiré con calma, por el momento sólo puedo decir que sigo muy cansada.

escolar

se me acabaron las vacaciones
nada salió como esperaba
pero a pesar de todo las disfruté

vuelvo a clases
más alumnos, más grupos, más jóvenes...

primero dos semanas intensivas con quinceañeras y pubertos
después, lo habitual

sé que me va a costar trabajo retomar el ritmo
ya extrañaba usar así el cerebro
pero parte de mí tiene mucho más interés en seguir tejiendo
que en preparar clases

regreso con Orhan Pamuk

ahora sé que no cambiaría nada demostrar
que la vida que vivimos no es sino el sueño de otro

el libro negro