me cortaron varios litros de chinos el viernes
(y sí, fueron tantos que sí que podrían medirse en litros)
me siento mucho más ligera y eso resultó muy bueno para lo que me esperaba
el sábado una oportuna llamada me salvó de una noche de autocompasión
para sumergirme -al menos como espectadora- en varias horas de intensidad
hoy una despedida más, y esta vez doble, se sumó a mi ya larga lista de separaciones
esto explica, al menos en parte, mi terrible lágrima fáci
y no pude decir lo que quería:
-Sabes, me vas a hacer mucha falta...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario