24 de diciembre, tres de la tarde
mi casa está completamente de cabeza, el árbol de navidad está a medias, todo está tirado y lleno de polvo del mármol que instalaron la semana pasada, los trabajos de mis alumnos siguen sobre mi escritorio... si en los últimos años la navidad no había sido mi máximo, este año como que no va a llegar y ya, no tengo ningún espíritu celebratorio ni creo que llegue.
felicidades para quienes sí estén de espíritu festivo y los que me acompañen en mi actitud únanse al club de scrooges.
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