Hay días (o semanas) en que la cotidianidad parece imposible, mundos particulares se detienen, se derrumban, desaparecen y el Mundo sigue.
Es increíble ver cómo a pesar de que la continuidad parece haber desaparecido del todo, sigue, ahí, esperando, llamando.
La rutina de la semana me espera envuelta en un aire de irrealidad y vuelvo, como vuelven tantos otros, entre la tristeza, la incredulidad, y la paz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario