El viernes pasado que por fin pude irme al D.F. de fin de semana -y de fin de semana largo, ¡qué emoción!- le dije al velvet que estaba muy orgullosa de mí porque estaba abatiendo la procrastinacion... Hoy tengo que confesar que para tranquilidad de todos mis lectores la procrastinadora irredenta no se ha redimido, ayer y hoy he procrastinado y procrastinado.
Creo que me justifica el hecho de que como si no fuera suficiente lidiar con pubertos de 7 a 3 he dado asesorías para trabajos finales de 4 a 7. Estoy agotada y no quiero ni puedo calificar ¿alguien me culpa?
1 comentario:
No sólo no te culpo, te honro. Citaré a uno de mis groupies: "No sólo admiro, sino que te respeto".
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