miércoles, 31 de agosto de 2011

el caos


algo extraño pasa con el mundo, al menos con el mío. como que en el último mes decidió ponerse de cabeza, arrancarme de mi espacio de confort y ponerme en movimiento. tantas cosas han cambiado que no sé ni por donde empezar.

mi súper poder de invisibilidad selectiva e intermitente se ha convertido en invisibilidad aleatoria y sorpresiva. dice mi vecina que esta invisibilidad no puede ser casualidad y creo firmemente que algo de razón debe tener. el punto es que tengo que ordenar mis ideas y empezar a ponerle nombre a las cosas. y si a la invisibilidad se suma mi nueva obsesión con que las personas take me for granted, el asunto se complica.

traigo otro lío fuerte con el estar y el dejar de estar, nunca he sido buena para quedarme donde sé que ya no quiero estar. tampoco soy buena para ir a donde en realidad no quieren que vaya. y ni hablar de medio estar, eso me resulta completamente impensable.

también está el asunto aquél de mi expresión de moda. no sé muy bien cómo, pero "no tengo ningún inconveniente" se convirtió, de repente, en una de mis frases más usadas. pasé algunos meses yendo por la vida y afirmando continuamente "no tengo ningún inconveniente". pero no es cierto, no sólo tengo algún inconveniente, tengo varios inconvenientes y, súbitamente, me he vuelto incapaz de guardármelos.

primera claridad: parece que desterré a mi martín romaña interno

¿se acuerdan de mi queja permanente de que mi vida era como una novela del siglo XIX en la que toda la acción está en la cabeza de los protagonistas? pues la situación ha cambiado. no tengo muy claro si ahora es una serie dramática y lacrimógena o un sitcom de risas pregrabadas y pastelazos. definitivamente sí parece escrita por un guionista de televisión.

hace algunos días preguntaba velvet en su blog http://bit.ly/nBXdEX (y en su twitter y en su facebook) ¿qué es lo que realmente importa al final del día? y esto me conduce a la

segunda claridad: lo que realmente importa es encontrar tu propio camino y tener buenos compañeros de viaje. 

lo que está pasando y seguirá pasando en mi vida es consecuencia de las decisiones que he tomado y, lo confieso, me encantan.

en otro de los muchos acontecimientos inusitados de la semana, escribí la presentación para un libro de poesía que se va a autoeditar una mujer de más de ochenta. en el proceso, me topé con un poema de Robert Frost que, no por haber sido citado hasta la náusea, ha perdido su actualidad:

Two roads diverged in a wood, and I-
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.


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