fueron al menos cinco meses (tirando a cuatro años) de
emociones fuertes que fueron bajando el volumen poco a poco hasta convertirse
en un profundo malestar evadido mucho más tiempo del conveniente. tres años y
medio de tres despertadores sonando insistentemente desde las cinco de la
mañana, de salir de mi casa de noche y con muchas más capas de ropa de las que
sería razonable. un mes completito de despedidas, intentos de cierre y
transferencias frustradas. un mes también de mudanzas permanentes y mes y medio
de visitas y de una desconcertante desterritorialización.
quise saltar al vacío y caí en blandito, sin vértigo y con
una fluidez que sigue sorprendiéndome. las últimas tres semanas han sido un
lento reorganizar mi vida, mis tiempos, mi rutina; un asumir una condición que,
si no es ideal y sigue teniendo demasiados componentes efímeros y provisionales
como para tranquilizar a mi pobre padre, me encanta. queda pendiente
reorganizar mi espacio pero no todo está todavía bajo mi control.
un año completo de lecturas incompletas, intentos frustrados
de escritura y silencio excesivo que estoy decidida que deje su lugar a un
año de leer y escribir mucho y de hacerlo por placer.
hoy siento que estoy de vuelta, me veo, veo mi vida y me
gusta lo que veo. sé que los cambios no han terminado y que mi espacio no
estará ordenado del todo en mucho tiempo; pero también sé que ha vuelto el
sentido perdido y que me espera una temporada de nuevos aprendizajes y de
volver a ser dueña de mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario