El miércoles fue un día simplemente agotador, desde el momento en que me levanté no paré un minuto. Desayuné en el OISE y estuve todo el día en el evento. En algún momento una investigadora de Quebec que coordina el grupo de cooperación internacional me dijo que debería ir al zoológico con los niños el jueves para ver cómo trabajaban. El lunch fue también en el OISE y afortunadamente se cruzó v (la chava venezolana que conocí el martes) por mi camino, estuvimos platicando mucho tiempo y me recomendó leer unos textos para mi trabajo con profesores en la prepa.
Después de las sesiones de la tarde o. me avisó que había una reunión abajo para afinar detalles del contacto con cataluña. Cuando llegué se estaban yendo al college en que se estaban quedando ellos y me dijeron que los acompañara. Al ver la diferencia entre su alojamiento y el nuestro mi indignación alcanzó un punto máximo... Después de verlos trabajar en catalán durante cerca de una hora me comunicaron que habían decidido que cenaríamos juntos los 9 catalanes y los tres mexicanos en el restaurant de la CN Tower.
Yo tenía que comprarme un sombrero para que mi dermatitis y yo sobreviviéramos al zoológico y unas pilas para mi cámara porque las que llevaba amenazaban con terminarse en cualquier momento. Corrí al metro, fui al Eaton Center, me compré el primer sombrero digno que encontré, compré unas pilas y regresé casi corriendo al college de los catalanes para irnos a cenar. Medí mal la distancia, mis fuerzas y el tiempo, cuando llegué al college ya se habían ido todos así que volví a tomar el metro para alcanzarlos. Al salir de Union Station me encontré con un gran río de personas que salían de un juego de baseball y que iban todos en sentido contrario. Para cuando logré llegar al restaurant ya estaban todos propiamente instalados (después me enteré de que poco después de que me fui los catalanes decidieron ir a la torre mucho más temprano para ver el atardecer, así que la vuelta corriendo hasta el college había sido innecesaria pues yo estaba realmente cerca de la torre). La cena estuvo bastante agradable sólo que como fui la última en llegar me habían dejado un lugar bastante gacho al final de la mesa, junto a a y frente a o. Mientras esperábamos el elevador para bajar me pidió m. (una funcionaria del ministerio de educación de Cataluña a la que conozco desde enero y que siempre ha sido un encanto) que le enseñara el sombrero que me había comprado. Me lo puse y un profesor de inglés de una secundaria de barcelona que está bastante mono me tomó una foto para la galería del viaje llamada "postura natural" en la que salíamos todas las profesoras catalanas y yo con poses exageradas.
Salimos del restaurant cerca de la media noche, tomamos un taxi de regreso y yo llegué a bañarme y a dormir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario