miércoles, 10 de febrero de 2010

de calcetines y otras cosas

¿Pueden unos calcetines hacerte sentir vulnerable? La respuesta es, sin duda. Tengo unos calcetines simplemente espantosos. Son del tono más feo imaginable de azul turquesa con grandes bolas (que al ponérmelos resultan más ovoides que circulares) blancas, naranjas y rosas. Son ofensivamente feos; nada combina con nada más y las bolas están repartidas de manera absolutamente arbitraria por lo que la ausencia de simetría o algún otro tipo de distribución armónica me desconcierta y me pone muy nerviosa.

Toda la semana pasada y hasta ayer no hubo agua en la casa porque cambiaron el tinaco de la azotea y eso significa que hoy en la mañana no tenía calcetines limpios, excepto los horrorosos calcetines azules. No quiero que me malinterpreten, son horribles pero les tengo cariño, me los regaló una tía madrileña que se especializa en dar regalos inverosímiles y decir "si esta niña es imbécil" si pretendes ponerle freno a su compulsión regaladora.

Pero volviendo al punto, cuando me vestí eran los únicos calcetines limpios por lo que no tuve más remedio que ponérmelos. Y todo el día, como cada vez que las circunstancias me obligan a usarlos, me he sentido vulnerable. Me da terror pensar que si por alguna razón insospechada me tengo que quitar las botas en público, me van a ver con mis calcetines horribles. Es más, siento que los calcetines y el hecho de que no quiero que me vean con ellos puestos pueden ser razón suficiente para que algo pase. Si a eso le sumamos esa cosa extraña que tengo atrapada al fondo del paladar y que he decidido llamar presentimiento llevo todo el día con una extraña inquietud.

1 comentario:

ANTAR dijo...

Traes unos calcetines estilo Pollock y te sientes rara????
Deberías sentirte atrevida y poderosa.
SALUDOS