jueves, 30 de septiembre de 2010

ideologías


lo he visto una y otra vez y me asusta. el ciclo en general puede resumirse de la siguiente manera:

una persona de buena voluntad, un día, en palabras de kant, despierta del sueño dogmático. se lanza con toda honestidad a buscar la verdad. eventualmente, la encuentra -a la verdad o algo que se le parece-. celebra haberla encontrado y la asume plenamente. súbitamente, se erige promotor y defensor de esa verdad. muy pronto, la defensa de esa verdad en la que cree honestamente lo conduce a descalificar a quienes no pueden ver la verdad que ha descubierto. el siguiente paso natural, y al parecer inevitable, es perder de vista la posiblidad de la existencia de otras verdades. al final se cae en un nuevo dogmatismo, probablemente más virulento que el primero, en el que esta persona de buena voluntad es literalmente incapaz de reconocer e incluso de ver la buena voluntad en otros.

¿es este ciclo la única opción para quien busca la verdad? ¿es posible que una persona esté comprometida con una causa y logre un nivel aceptable de apertura y objetividad? ¿tomar postura conduce siempre al dogmatismo, la descalificación y la intolerancia?

creo en la importancia de tomar postura. también quiero creer que la apertura no implica siempre tibieza, que la posibilidad de escuchar y reconocer diversas verdades no supone falta de compromiso. pero hay días en que no estar segura, que no poder afirmarlo con certeza, me da miedo.

sé que lo más probable es que esto lo esté escribiendo desde mi propio dogmatismo y que hay muchas realidades allá afuera que no sólo no entiendo sino en realidad ni siquiera veo.

si el mundo y el ser humano realmente funcionan así ¿qué esperanza hay de un mundo en que el diálogo y la paz sean la norma?

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