Hace poco una compañera de trabajo dijo que enero siempre le ha parecido un mes larguísimo. Hoy tengo que concordar con ella. Por un lado, 2010 sigue siendo tan joven que al escribirlo, todavía se siente raro que no lleve dos ceros seguidos. Pero por el otro, diciembre y las vacaciones parecen muy lejanos.
Siento que los 28 días que han pasado son algo así como una ola formándose y creciendo y que el primero de febrero es el momento en que la ola reventará, y el resto del año se convertirá en un torbellino de espuma, sal y arena que nos arrojará en la playa de 2011 antes de que podamos reaccionar o hacer algo al respecto.
Han pasado 670 horas en el año y en este momento me parece una eternidad, pero respiren hondo, tomen aire que ya se va a acabar enero y ya verán como el resto del año nos parece nada, así es esto (y si se lo preguntan, a partir de este momento -28 de enero, 10:30 pm- al año le queda 8089 horas y media).
1 comentario:
Me gusta tu post y coincido. Navidad parece haber sido hace muchos meses (lo cual no quita el que en enero no me haya dado tiempo de nada...)
Y si enero es largo, ni se diga del invierno, que sigue, y sigue, y sigue...
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