Hoy hice un coraje enorme en la prepa. Es el día que más me he enojado desde la partida de los estúpidos. En el momento echaba chispas, mentaba madres y me quejaba con todo el mundo. Hasta a la directora le tocaron mis reclamos y frustraciones.
Fue la típica situación en la que se toman decisiones tajantes sin conocer todos los datos y todas las implicaciones. Y como fue una de esas decisiones que no dejan lugar a ningún tipo de discusión, yo no tuve más que acatarla. A pesar de mí misma, me tuve que encerrar en mi oficina una hora a mal hacer las cosas, todo el trabajo se atrasó y por eso salimos R., F. y yo de la prepa como a las cinco y media.
Hace rato una combinación de entradas de blog, mensajitos en facebook, llamadas y mensajes de celular pusieron todo en perspectiva. Y así como en la mañana me enojé terriblemente, ahora entré en un estado de empatía reflexiva que hasta me espantó el sueño.
Tengo que tranquilizarme un poco, redimensionar las cosas y bajarle tres rayitas a mi exigencia. Que las cosas no salgan perfectas está mal pero definitivamente no es para tanto.
¿No creen que 2010 pinta para ser un año intenso?
1 comentario:
Mientras no pinte para una paràlisis facial todo va muy bien...
NADA EXISTE....
TODO PASARÀ....
SALUDOS.
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