miércoles, 20 de enero de 2010

libros

En mi cuarto tengo dos libreros idénticos, bueno en realidad son dos juegos de 6 repisas puestos entre la bay window que era la ilusión de mi madre desde que construyeron la casa— y las paredes. Desde que pusieron las repisas dividí cuidadosamente su contenido, del lado izquierdo están los libros de literatura y del derecho los de teoría: filosofía, antropología, historia y teoría literaria.

Como cualquier persona que me conozca o que lea este blog debe saber ya, no soy una persona particularmente ordenada y hacer algo al respecto, en particular en mi cuarto, es el propósito que más rompo: no sólo a principio de año sino cada fin de semana. Siempre que decido ordenar empiezo por los libros y, específicamente, por el librero de la izquierda. Esto ha ocasionado que en este momento todos mis diccionarios y libros de literatura están perfectamente ordenados. En cambio, el librero de la derecha es un verdadero desastre, todos los libros están inclinados entre 20 y 60 grados, hay muchos fuera de sitio y muchos espacios vacíos.

Creo que el estado actual de mis libreros es un reflejo de mi situación intelectual real: Estoy leyendo, menos de lo que quisiera, ya sabemos que durante el periodo académico de mis alumnitos leo poco; estoy escribiendo, quizá menos de lo que podría pero mucho más de lo que habría creído posible hace tres meses; pero estoy muy lejos del mundo académico más allá del KB y mis cursos de filosofía para preparatorianos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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