domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi memoria y su funcionamento incomprensible.

Les dejo una bonita recitación navideña, digna de las caricaturas decembrinas de Magú en La Jornada, que me sé desde hace 20 navidades. No es buena, pero mi pobre cerebrito la repite una y otra vez, en particular en estas bonitas fechas. Si a los doce estaba muy grande para aprendérmela, no tiene ningún sentido que dé vueltas en mi cerebro a los 32.

Confieso que lo googleé pero sólo para darle crédito al autor, me acuerdo del poema íntegro.

Turkeys don't like Christmas,
which may come as no surprise.
They say why don't human beings
pick on people their own size.
To sit beside potatoes
in an oven can't be fun,
so the turkey is quite justified
to feel he's being done.

Richard Digance

Lo más extraño de todo es que me acuerdo no sólo de éste, sino de muchos otros poemas que le enseñaron a mi hermana en el internado pues estaba en la sección de niñas chiquitas. Puedo recitar poemas al dinosaurio, a un guardarropa, a una niña que se quería subir a un árbol, hasta una obra de teatro -pantomime- completitia de Cenicienta que empezaba con las bonitas palabras: "Kind friends, we now present before you and we hope we shall not bore you..."
Recuerdo todos esos versos con mucha mayor claridad que nada que haya aprendido yo en mis clases durante ese año. ¿Por qué la memoria hace estas cosas?

1 comentario:

Unknown dijo...

A patent, potted pantomime:
Cinderella, all in rhyme.
I’m the compere or commentator,
as you will discover later.
I’m also prompter, hence my book;
excuse me while I take a look,
Ah, yes, now up the curtain goes, and right before your very nose, is poor little Cinderella!

No me la vas a creer, pero la semana pasada traje a Cenicienta en el cerebro toda la semana... y yo tambien me acuerdo perfecto, lo cual es aun mas notable, dado el hecho que no me acuerdo de practicamente nada de lo que paso antes del 2009.